No, no se trata de un error tipográfico.
Miédolas dicen aquí a las explotaciones de oro romanas que en otros lugares nombran médulas y que los propios romanos llamaban
metalla (origen latino de la palabra). La ruta de hoy (unos 33 km, por pistas de tierra, algo más de 300 m de desnivel acumulado, dificultad media) nos llevará al impresionante paraje de las Miédolas de Las Omañas y Villaviciosa, donde retrocederemos en el tiempo casi 2000 años como si nos hubiéramos metido en una peli de romanos.
(Enlace a Wikiloc donde se puede descargar el "track").
Salimos de Carrizo en dirección a Llamas. Al acabar las casas, antes de la glorieta, tomamos una calle a la izquierda que nos llevará a cruzar (con mucha precaución) la carretera. Seguimos recto y contamos los caminos de la derecha, desviándonos en el 3º. Se nos olvidará, pero es el cruce donde hay un nogal y chopos. A algo más de 1 km desembocamos en la pista de Quintanilla a la ermita de San Felipe y la tomamos hacia la izquierda. En su cruce con el Canal de Carrizo hay un interesante panel informativo sobre la geografía e historia de la zona y sus caminos. Pasada la ermita, lugar que en el siglo XIII albergaba la aldea de Bercianos, dejamos un camino a la derecha y en la siguiente bifurcación elegimos la derecha. Los robles y los brezos (llamados aquí
urces) y la empinada cuesta nos anuncian que ya circulamos por el monte. Abajo, en la vallina a nuestra derecha, divisamos una laguna represada. Alcanzamos el Camino del Cordel en un cruce de 5 pistas y lo tomamos en dirección norte dejando una isleta a nuestra izquierda. Tras avanzar por el lomo del monte 1 km entre una densa vegetación de robles y pinos jóvenes, se abre a nuestra izquierda La Lagunona; sospecho que se trate de un estanque construido por los romanos en sus trabajos mineros, para los que conducían hasta las
metalla agua desde Murias de Ponjos. Por el oeste se eleva en el horizonte la sierra del Teleno.
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| La Lagunona |
A la derecha sale una pista a Llamas, pero nosotros seguimos rectos, alcanzando un pinar a 100m que bordeamos por la izquierda. La pista es muy pedregosa, por lo que en otros 100 metros la abandonamos para seguir paralelos a ella por su derecha por el camino más blando del bosque. Llegamos al final del pinar en 2 km y medio y en un cruce nos incorporamos otra vez a la pista pedregosa de suelo blanco, que simula aquí conducirnos al mismo pie de Peña Ubiña. Continuamos todo recto durante 2,2 km, atravesando un trecho arenoso. La grava del camino parece ahora teñida por las flores moradas de las urces que tapizan sus orillas.
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| Miédolas. Explotación en surcos. |
Tras los referidos 2,2 km giramos a la derecha y en medio km alcanzamos nuestro objetivo: Las Miédolas de Las Omañas y Villaviciosa. Cerca de la única casa que divisamos al noroeste hay un panel informativo, al que recomiendo acudir antes de visitar el
metallum, que nos abrirá los ojos ante este impresionante espectáculo de naturaleza e historia, oculto bajo un manto de brezos, piornos y robles. Desde nuestra posición elevada contemplamos la vega del río Omaña, con los pueblos de Las Omañas y San Martín de la Falamosa, y entre ambos las ruinas del castillo en lo alto de su cerro. Una vez recorridas Las Miédolas a nuestro gusto, descendemos hacia el este por cualquiera de las pistas que bajan al valle. A medida que descendemos, el terreno lavado por los mineros va siendo sustituido por grandes extensiones de grava aluvial, desecho de la explotación, la cual en nuestros días curiosamente está siendo aprovechada por la gravera de las Omañas.
Llegados a la carretera, hacia la derecha nos lleva a Villaviciosa de la Ribera. Nada más entrar en el pueblo a la izquierda recomiendo visitar un enorme y viejísimo castaño que según mis noticias llaman La Castañalona. A la salida de la siguiente población, San Román de los Caballeros, cruzamos el Canal de Carrizo y tomamos por su camino aguas abajo durante algo más de 7 km hasta la carretera de Carrizo a Riofrío, donde girando a la izquierda llegaremos a Villanueva atravesando Carrizo en unos 3 km.
Por último, recomiendo vivamente la visita guiada a Las Miédolas que organiza la
asociación Cuatro Valles; puede reservarse por teléfono, es gratuita y ¡buscarás oro en el río bateando!
Haz click abajo a la izquierda donde pone Las Miédolas para ver las fotos de la ruta.
Salimos de Carrizo en dirección a Llamas. Al acabar las casas, antes de la glorieta, tomamos una calle a la izquierda que nos llevará a cruzar (con mucha precaución) la carretera. Seguimos recto y contamos los caminos de la derecha, desviándonos en el 3º. Se nos olvidará, pero es el cruce donde hay un nogal y chopos. A algo más de 1 km desembocamos en la pista de Quintanilla a la ermita de San Felipe y la tomamos hacia la izquierda. En su cruce con el Canal de Carrizo hay un interesante panel informativo sobre la geografía e historia de la zona y sus caminos. Pasada la ermita, lugar que en el siglo XIII albergaba la aldea de Bercianos, dejamos un camino a la derecha y en la siguiente bifurcación elegimos la derecha. Los robles y los brezos (llamados aquí urces) y la empinada cuesta nos anuncian que ya circulamos por el monte. Abajo, en la vallina a nuestra derecha, divisamos una laguna represada. Alcanzamos el Camino del Cordel en un cruce de 5 pistas y lo tomamos en dirección norte dejando una isleta a nuestra izquierda. Tras avanzar por el lomo del monte 1 km entre una densa vegetación de robles y pinos jóvenes, se abre a nuestra izquierda La Lagunona; sospecho que se trate de un estanque construido por los romanos en sus trabajos mineros, para los que conducían hasta las metalla agua desde Murias de Ponjos. Por el oeste se eleva en el horizonte la sierra del Teleno.
